Las comparaciones son odiosas. A menudo, en los países hispanohablantes, escucharemos esta frase. Sin embargo, todos (o casi) solemos comparar. Para hacerlo, usamos frases relativas o frases absolutas. En un caso, la comparación puede ser de superioridad, inferioridad o igualdad; en el otro es absoluta. En este enlace encontramos una primera explicación de comparativos y superlativos con ejercicios al final. Podemos visitar este enlace si queremos profundizar el superlativo y sus irregularidades.
Acabamos la actividad de hoy con una actividad propuesta por el Instituto Cervantes.
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